viernes, 16 de agosto de 2013

El conmovedor encanto de ser fiscal de mesa.

Ahí abajo, los testimonios de dos lectores de La Nación que descubrieron, tarde pero seguros, las maravillas del compromiso cívico y político. Con palabras sospechosamente calcadas -es cierto- pero con la alegría del deber cumplido, nos hicieron llegar a las lágrimas con sus crónicas. Es de esperar que se repitan en octubre.

Image and video hosting by TinyPic

*la producción se tomó el trabajo de destacar con distintos colores cada una de las ideas-fuerza que vertebran a ambas cartas, para que el lector desatento pueda identificarlas de una forma rápida y divertida

Image and video hosting by TinyPic

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya era hora de que los argentinos empecemos a amar la democracia, carajo.

Noelia Zapata de Álzaga Iturralde

Manfred Pichota dijo...

Y parece que por fin aprendimos a votar bien, queridísima Noe.