Transitando desprevenidamente por la Avenida Callao, divisamos una imagen que nos llenó de congoja y desencanto: Sergio Sabán,
nuestro candidato 2015, y
Mauricio Macri, asomaban sonriendo desde el vidrio de atrás de un colectivo. No en persona, naturalmente, sino desde un afiche de campaña de modernísima factura.
Gran decepción, sobre todo, porque fue justamente esta USINA la que más ha respaldado a Sergio en su sueño presidencial. Peleándonos inclusive contra el propio SS, que nos cubrió de imprecaciones y
amenazó con denunciarnos pensando, vaya a saber uno porqué, que nuestro apoyo a su PROYECTO no era del todo sincero. Así que decidimos abandonar el espacio
sabaniano, al mismo tiempo que preferimos quedarnos, a modo de despedida, con sus mejores
props, como aquella de instrumentar un ajuste despiadado, o la mucho más sensual de ''romper el hielo''. Imágenes.
A la búsqueda de otro postulante al que ofrecer nuestros EQUIPOS TECNICOS, nos ilusionamos con el misteriosísimo ''El Hombre'', que desde hace un par de semanas saturó paredes y espacios televisivos con su propaganda.
Otra frustación: el candidato en cuestión era, simplemente, el devaluado
Gallego De la Sota.
El inconmensurable nivel de amargura de este muchacho lo hace invotable, como todo el mundo podrá convenir. De modo tal que seguimos a la búsqueda de EL CANDIDATO. ¿En qué andará nuestro pollo
Adrián Bastianes?